Un retrato íntimo del mundo de mis hijos, compuesto de pequeños momentos de su infancia, de sus juegos y descubrimientos. Y al mismo tiempo, un retrato de mí mismo en el papel de padre, compartiendo sus pequeñas historias y conectando con el recuerdo de mi propia infancia.
Busco la emoción de lo cotidiano en mi entorno más próximo, una abertura por la cual se van colando temas universales: la vida, la libertad, la fragilidad, la memoria, el vínculo, el tiempo compartido…
El proyecto se compone de fotografías de retrato íntimo sobre momentos de sus vidas. Elijo un punto de vista “desde dentro”, siendo un espectador lo más cercano posible a la acción, sin intervenir en ella y procurando que no sean conscientes de que estoy fotografiando, para que su actitud permanezca espontánea.
Todas las fotografías están realizadas en película de blanco y negro de 35 mm. con cámaras automáticas de bolsillo que me permiten disparar con rapidez, entre ellas, la nostálgica Lomo LC-A.